fbpx
Ingresa a nuestra comunidad

Estamos en casa!!! ¿Y ahora?

Sonia
Compartir en

Por fin todos en casa!!!!! ¿y ahora???? ¿Cómo cuidamos de tres bebés de 7 días? ¿Si podemos hacerlo? ¿Será que no me quedo dormida? ¿Y si lloran y no sé porque? ¿Y si lloran los tres al tiempo? ¿y si no lloran?

A pesar de estar extremamente feliz por tener a mis chiquitines sanos y salvos en casa, estaba aterrada!!! No sabía cómo sería esa primera noche, sentimiento que estoy segura todas las mamás tenemos cuando llegamos a casa con un bebe por primera vez.

Esto fue lo que sucedió, o al menos lo que mi cerebro recuerda en medio del cansancio, el sueño, las hormonas, la cesárea, y claro, el estrés:

Mi familia se fue de mi casa dejando a los bebés alimentados y dormidos, a eso de las 7 pm. En este momento no contábamos con ayuda de noche, solo con una niñera de día que nos dejó organizada la leche y las jeringuillas con las que los alimentamos los primeros 20 días de vida (desafortunadamente para mí la lactancia fue imposible… pero más de eso en otro post).

Al principio todo fue calma, los angelitos dormían, y aprovechamos para dormir un poco.

A las 9 pm, se despertó el primer bebe, cambiamos pañal, lo alimenté con las jeringuilla, saque gases, se durmió… 45 minutos aproximadamente. Perfecto! Había logrado atender a uno de mis hijos sin mayores contratiempos. Me acosté nuevamente, y no había terminado de poner la cabeza en la almohada cuando lloró el segundo; repetí el proceso… se durmió y nuevamente, me acosté con la intensión de dormir. No había terminado de acostarme cuando se despertó el tercero, repetí el proceso y se durmió.

“Ya están los tres listos! Ahora si a dormir!” pensé, y 20 minutos después se despertaron dos. En ese momento, mi esposo despertó y se hizo cargo de uno de los niños mientras yo atendía al otro, se durmieron; y luego despertó el tercero!!!

Así pasamos toda la noche, alimentando a los chiquitines, cambiando pañales, sacando gases y durmiéndolos. Eran tan chiquiticos, tan delicados, que no soportaba verlos llorar, fuera el motivo que fuera.

Cuando nos dimos cuenta eran las 6 am y no habíamos dormido. Los niños mantenían el ciclo: dormir, llorar, cambio de pañal, alimentarlos, sacar gases, dormirlo, y repita, y repita.

Así transcurrieron los días… y cuando vine a ver, habían pasado 2 meses.

Las ojeras me llegaban a las rodillas; mi esposo no se quedaba atrás. Estaba agotada, lloraba a diario, no solo por las hormonas, sino también de cansancio y estrés.

En mi cabeza, a lo largo del embarazo me repetía a mí misma constantemente “El embarazo no es tan complicado, lo difícil va a ser cuando los tengas a los tres en casa”, me estuve preparando para una labor difícil, pero la realidad siempre supera la imaginación y esta no fue la excepción.

Es cierto que tuve mucha ayuda, en especial de mi familia, siempre salían de sus respectivos trabajos y llegaban a mi casa a ayudar con los niños para que yo pudiera descansar, dormir al menos 3 horas en el día. Los fines de semana mi mamá siempre estaba en mi casa ayudando mientras yo dormía, e incluso, se quedó en varias oportunidades en la noche con ellos para que nosotros durmiéramos tranquilos.

A los dos meses, el universo conspiro y logramos conseguir una enfermera que se adaptó a los niños y a nosotros. De ahí en adelante, las noches han sido más tranquilas.

Esos dos meses me enseñaron que puede más el instinto que el cansancio, que realmente no importa lo mal que uno se sienta, uno como papá hace hasta lo imposible por los hijos; y lo más importante de todo, YO SOY MAMÁ, y nada ni nadie puede contra eso.


scnl84
Acerca del autor - scnl84

Mamá de tres, abogada.

0 comments


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La liga de los múltiples