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De paseo con trillizos a un centro comercial.

Sonia
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Salir con los bebes inicialmente era algo casi imposible… la cantidad de teteros, leche, pañales y mudas de ropa hacían parecer que una tarde donde la abuela fuera una mudada de tres días. Con el paso del tiempo, la cantidad de cosas que es necesario llevar han ido disminuyendo, lo que nos ha permitido salir con ellos a otros lugares: casa de amigos, cumpleaños y centros comerciales.

Es de este último del que hablare en este post…. De paseo con trillizos en un centro comercial.

Olvidémonos por un momento de la inexistencia de parqueos adecuados para bajar cómodamente, o al menos sin peligro a ser atropellados a tres bebes (o a uno para todos los efectos); la incompetencia del vigilante que al verte bajando tres bebes te dice que te apures que estas interrumpiendo el paso; o los murmullos cuando la gente te ve pasar con 2 coches y tres bebes (“Son trillizos?!” , “Pobre… son 3 bebes!”, “Que horror tres niños!”). Olvidémonos también de los 15-20 minutos que tenemos que esperar frente al ascensor (en el que mamás con coches tenemos preferencia) mientras vemos como personas totalmente capaces de tomar la escalera eléctrica acaparan el espacio; y de aquellas personas que insisten en agarrarles los cachetes a mis hijos solamente porque son trillizos… olvidémonos de todo esto.

Les voy a contar algo que me ocurrió este domingo en un centro comercial de la ciudad en la que vivo, en Barranquilla.
Salimos mi esposo y yo con los tres bebes, como lo hemos hecho muchas veces, a un nuevo centro comercial. Luego de casi media hora de estar buscando parqueo, por fin encontramos uno (algo alejado de la entrada, pero sin carros a los lados), nos bajamos y nos dirigimos a la zona de almacenes.

Todo iba dentro de lo normal…. Comentarios aquí y allá, caras de pánico cada 10 personas (usualmente de otros padres), la espera en los ascensores… nada fuera de lo “común” para nuestra familia. Luego de estar esperando un ascensor para ir al 4to piso, decidimos que yo iría en el próximo turno con el coche sencillo, y mi esposo en el siguiente con el coche doble.

Subí al ascensor con dos papas más, para un total de tres coches sencillos. Paramos en el 3er piso, y al haber algo de espacio un papá con dos niños pequeños se montó. Cuál es mi horror cuando oigo a un “individuo” fuera del ascensor decir “muévanse para poder entrar”, a lo que uno de los papás en el ascensor respondió “señor no hay espacio”; “el ascensor es para 17 personas”; “si pero van 3 coches, no hay espacio” reiteró el papá, a lo que este “individuo” ha respondido: “pues sáquenlos para que pueda entrar”…. AAAHHHHHHHHH !!!!!!!!!!!!! Como les parece este ejemplo de ser humano???????? Afortunadamente las puertas del ascensor se cerraron porque todos los que estábamos adentro quedamos estupefactos ante este comentario y con ganas de dar una o dos respuestas poco sanctas a este señor.

Seguí mi camino, me baje en el piso que me correspondía, esperé a mi esposo con las dos niñas, y continuamos, yo algo aturdida por la falta de educación, civismo, y calidad humana del personaje con el que me acababa de encontrar.

Luego de dar algunas vueltas buscando un sitio donde comer y pudiéramos acomodar a los niños, estos se pusieron algo inquietos… hora de comer! Entonces decidimos sentarnos en unas banquitas dispuestas en los corredores del centro comercial, sacar la compota y darles comida a los tres.

Mis hermanas llegaron en ese momento y de inmediato empezaron a ayudar con los niños. Mi esposo empezó a recorrer la plaza de comidas con la esperanza de encontrar una mesa y poder sentarnos cómodamente y comer algo nosotros también.

Frente a mí y mis hijos se encuentran sentadas unas señoras de edad que muy educadamente hacían comentarios de lo lindos que se veían los niños, de los juiciosos que estaban, de cómo comían y no derramaban nada, de quien parecía ser el más inquieto, el más comelón, el más consentido. Nos hacían preguntas a mí y mis hermanas sobre cómo era cuidar de tres niños… una amena conversación.

Mi fe en que no todos los seres humanos son como el individuo con el que me cruce en el ascensor poco a poco se iba recuperando… cuando un tipo gordo sentado en la misma banca de las señoras saca un celular y le toma una foto a mis hijos…..

Enfurecí, me salí de mis casillas, la histeria me poseía!!!!! Quien le ha dicho a este extraño que tiene autorización para fotografiar a MIS hijos sin MI consentimiento?????? Que cree que son??? Cree que están exhibidos en una vitrina para su entretenimiento???? Que planeaba hacer con la foto???? (Yo soy bien mal pensada en ese sentido… abogada al fin y al cabo).

Demande de mucho autocontrol para con una sonrisa forzada y en un tono que no sonara tan agresivo decirle a este señor que por favor borrara la foto de su celular… que mis hijos merecían privacidad y que al tomar esa foto, sin MI autorización estaba violando unas 10 leyes de protección a la infancia. Y tiene el descaro de molestarse por mi petición!!!!!!!! A regañadientes, de mala gana y casi que con amenaza de llamar a la seguridad del centro comercial, el señor borró la foto.

Después de eso mi esposo consiguió una mesa en la que nos pudimos sentar todos y comer algo… pero mí día de esparcimiento familiar estaba arruinado. Fuimos a unos cuantos almacenes más, yo intentando deshacerme de mi mal genio, pero luego de un rato decidimos irnos.

Esta es mi realidad. Sé que el solo hecho que hijos estén vivos los hace especiales en muchos sentidos, y eso asombra y llama la atención de muchas personas. Sé que muchos tiene curiosidad sobre cómo es esta vida de familia de múltiples, bien o mal intencionada eso no se sabe. Sé que hay muchos que creen que “ayudan” con sus consejos, y que la mayoría son bien intencionados… y a los mal intencionados simplemente los ignoro.

Pero mi mayor preocupación es que mis hijos crezcan sabiendo que son especiales, en la mejor connotación que la RAE da para esta palabra, no en el sentido peyorativo que nuestra sociedad le ha imprimido a la palabra. Que por ser especiales, muchas personas son curiosas, inquisitivas y a veces hirientes en sus comentarios, pero que eso no quiere decir que ellos deban dejarse atropellar o maltratar por esta sociedad que en muchas oportunidades parece haber perdido el tacto, la urbanidad, la decencia, su humanidad.

PD.: cuando nos íbamos y estábamos esperando el ascensor una pareja que ya se encontraba adentro al darse cuenta que eran 3 bebes, amablemente cedieron su puesto en el ascensor para permitirnos ingresar. Hasta nos ayudaron a meter los coches…. Al final, no todo es malo! =)

Han tenido experiencias similares con sus múltiples? Que les ha pasado? Como han reaccionado?


scnl84
Acerca del autor - scnl84

Mamá de tres, abogada.

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